La inversión en la instalación de sistemas de energía sostenible pareciera costosa en un primer momento. Sin embargo, la práctica demuestra que por el tiempo de vida útil y la estabilidad en el suministro energético resulta más barata.
Mientras el agotamiento de las fuentes energéticas fósiles empuja los costos al alza, las energías alternativas se mantienen estables. La disponibilidad inagotable del recurso, ya sea solar o eólico, garantiza su sostenibilidad en el tiempo.
Por otra parte, las investigaciones en materiales e innovación constante de estas tecnologías favorecen su abaratamiento. Igualmente, aumenta la eficiencia de los equipos así como su escalabilidad según aumenten la demanda energética.